Por el
Bicentenario del Nacimiento de Mariana Grajales Cuello
Se debate con fuerza desde posiciones distintas pero no antagónicas el otorgamiento de la condición y mérito de
“Madre de la Patria” a Mariana Grajales Cuello, así reconocida en el tiempo dado el profundo sentimiento de gratitud
de nuestro pueblo a su vida y ejemplar
entrega por la independencia de Cuba.
Siguiendo el curso de la interesante polémica, tres importantes artículos aparecidos en el
medio alternativo REBELIÓN de la autoría
de Felipe de J. Pérez Cruz tributan
información al respecto: “Mariana Grajales Cuello: Madre de la
Patria”, “La tarea que nos queda por
hacer” y “Mariana Grajales Cuello: La buena noticia”.
Se
fundamenta con mucha fuerza y razones que la representatividad de la vida y
obra de la madre-heroína en su época,
unido a la historicidad del culto
patriótico a Mariana en los dos siglos precedentes, hacen meritorio que se acoja por todos tan importante nominación de manera
oficial a la insigne patriota cubana en
vísperas de conmemorarse el
bicentenario de su nacimiento. Existe en nuestro presente además la precedencia legal de una Ley que norma y
estimula el otorgamiento de títulos honoríficos y condecoraciones, que incluye
la nominación de una Orden con el nombre de la heroína Mariana Grajales.
Había
nacido del sentimiento de gratitud de
los cubanos que lucharon por la independencia , en su nombre y con su nombre en la acción, dieron batalla en tribunas y en los campos de Cuba generaciones enteras,
hasta llegar a la última gesta
libertaria donde el batallón de” Las
Marianas” replicaron sus hazañas.
Los
poderosos argumentos dados por Felipe de
J. Pérez Cruz en sus artículos
referidos, permiten reforzar la importante decisión a tomar.
Si
hipotéticamente existiera un plebiscito de nuestro pueblo para tan trascendente
decisión, una atronadora voz sumando
sentimientos y las manos levantadas
darían la aprobación. Pero vale también decir que ya el pueblo de Cuba a su tiempo la colocó en el pretil de la historia
y de la gloria.
Si
llegamos hasta aquí ha sido porque, parafraseando a José Martí, en nuestras campañas, el corazón de
nuestras mujeres se alistó y estremecidas, animosas y virtuosas hicieron y
hacen que nuestra obra hoy sea invencible.
José A.
Buergo Rodríguez
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